Rodando por Latinoamérica, hoy; y para hacerlo, sólo se necesita…¡Ganas!: Garatell.

Escrito por Alberto Serna

7 julio, 2023

La gran aventura, es llegar a Argentina; luego de rodar, en pareja, por las carreteras y caminos del territorio latinoamericano.

Abanderando el proyecto “Nos vemos en ruta”, Jorge Árate y su novia Berenice Valenzuela, hoy en día, ruedan por las carreteras y caminos que encuentran a su paso y que los han de llevar hasta el territorio argentino, impulsando el mototurismo, aliado con el motociclismo responsable.

A dos meses de haber iniciado el reto, la aventura y el desafío a lo desconocido, pudimos contactar a Jorge Árate, mejor conocido en el mundo del motociclismo, como Garatell, para que nos reseñara sus impresiones de lo que, hasta ahora, ha recorrido, en su largo caminar, que habrá de llevarlo hasta la Patagonia; sí, hasta el mero Polo Sur, donde habrá de convivir con los representativos pingüinos.

Pero muchos de nuestro lectores se preguntarán, quién es Jorge Árate. Él es originario de Torreón, Coahuila, donde en 2013, se inicia como motociclista, haciendo sus primeras rodadas sobre las carreteras y caminos de esa entidad y siempre con miras de que algún día habría de hacer una rodada larga e interesante.

En 2015, en la Junta de Presidentes de Motoclubes, de su localidad, conoce al profesor Ricardo Aguilera, de la Fundación Más Moto, con quien forma la comunidad Moto Alerta, para atender a los motociclistas de la región norte del país y posteriormente, convertirse en Administrador Nacional de la plataforma, atendiendo y coordinando los 32 grupos, a nivel nacional.

En ese mismo año, crean Moto Alerta Internacional, para brindar apoyo a todos los motociclistas que cruzan por el territorio mexicano o alguna otra parte del mundo, atendiendo emergencias y todo tipo de ayuda requerida. Identificado con algunos motociclistas, encabezo diversa acciones y como luchadores incansables fundan Comité Motor Nacional, para impulsar el motociclismo de sano esparcimiento, con derechos, obligaciones y sin afanes de lucro.

Entre 2017 y 2020, realizó múltiples viajes, visitando pueblos mágicos y diversas ciudades y poblaciones del país, que se suspendieron por el arribo de la pandemia. Durante el aislamiento obligado, se dio a la tarea de generar el Comité Estafeta Contra el Cáncer, a nivel nacional; siendo ésta, una organización para reunir recursos económicos, para ayudar a las personas que padecen esta enfermedad y que anualmente se va ‘pasando la estafeta’ a cada estado de la república.

Superados los efectos de la pandemia, Jorge y Berenice hacen su primer rodada, en pareja, hacia Yucatán, donde se inauguró el primer acto del Comité Estafeta Contra el Cáncer; posteriormente regresan a su natal Torreón. Luego de planear otra aventura, Jorge viaja solo a Alaska, en cuyo trayecto conoce a un amigo escocés, que iba recorriendo Latinoamérica y que después de platicar con él surge la idea de programar un viaje similar, para llevarlo a cabo un año después.

Ya de regreso en casa, Berenice y Jorge planearon y organizaron el ansiado viaje por Latinoamérica para llegar hasta la Patagonia; por supuesto, previniendo las acciones inherentes al negocio, ya que éste es el que genera el sustento con el que se financia el viaje realizado hoy.

Comienza la aventura

En su narrativa inicial, de muchas que habrá de compartir a los lectores de Motorizándonos, Jorge comentó, que el viaje ha sido fascinante y por demás sorprendente a la vista, ya que los paisajes son de verdad espectaculares; los primeros de ellos, aún en territorio nacional, ya que luego de iniciar en la Ciudad de México, tomó camino hacia Acapulco, para después seguir por la carretera costera, en la que cruzó los estados de Oaxaca y Chiapas, donde a su paso encontraron paisajes naturales, que sin costo alguno admiraron y ya guardan en sus recuerdos.

Al preguntarle qué tan complicado es efectuar los trámites y gestiones para atravesar las fronteras internacionales; nos comentó que son procesos normales y que al menos, después de haber cruzado las de Guatemala, El Salvador y Honduras; los trámites no fueron tan tediosos, como imaginaban, pero si tuvieron que ser pacientes y conscientes, que no era sencillo, aunque sí realizables, sin problemas mayores.

Guatemala

Luego de recibir la ayuda necesaria y darles la bienvenida, ya en territorio guatemalteco, su amigo Panasa, experto y conocido motociclista en la región centroamericana, los llevó a recorrer y conocer diversas ciudades y comunidades, que desde su punto de vista, son muy similares a las de México, haciendo notar, que por haber sido parte de la Mesoamérica prehispánica y compartir la vida colonial, hay construcciones muy similares a las existentes en nuestro país, ya que los frailes jesuitas se encargaron de edificar y dejar testimonio de su paso por esa región del continente, como pudieron apreciarlo en la mayoría de las localidades visitadas, tales como Panajatzú, San Pedro y San Juan, que rodean el lago Atitlán; pero siempre destacando la colonial ciudad de Antigua.

El Salvador

El segundo cruce de frontera, fue la del ingreso a territorio Salvadoreño; donde sólo se muestra la documentación requerida y no se paga alguna cantidad. En sí lo que les llamó la atención, es que a cuatro años del nuevo gobierno es un territorio irreconocible, ya que se percibe tranquilidad, seguridad y no hay pandillas, como imaginaban; la gente es muy solidaria y fraterna, siempre dispuestos a dar su apoyo, de manera incondicional. Pudieron visitar Santa Ana; algunas fincas cafetaleras y Cerro Verde, donde hay espacios para acampar; y resultó inevitable, caminar por sus playas para sourfear, como la de Surf City.

Honduras

Días después llegaron a tierra hondureñas, donde sí percibieron ciertos contrastes, ya que algunas de sus carreteras las reconstruyen; algunas otras con muchos hoyos y baches, muy parecidas a las libres de México; pero hay otras mucho mejor que las de cuota. Su gente es muy cordial, hospitalaria y tienen muchos referentes de México, “por lo que al detectar nuestra procedencia, las muestras afectivas no se hacían esperar”. También la mayoría de sus ciudades, tienen ese toque colonial tan similar a las de nuestro México

Luego de recorrer esta tercia de países y antes de concluir esta primera reseña, Jorge nos comentó que gracias a los grupos o chats de WhatsApp se obtienen buenos apoyos y soluciones ofrecidas de manera incondicional; es por ello, “que cuando llegábamos a cualquier ciudad o población siempre percibimos las muestras de cariño, de amigos motociclistas; acercándose muchos otros, con la intención de conocer nuestras vivencias, ya que en ellos, percibimos que existe la intención de recorrer Latinoamérica, motivo por el que se ha generado el nuevo chat Refugios por América”.

Así llegamos al final de esta primera narrativa del recorrido, que Garatell y su novia, hacen por el continente Latinoamericano, promoviendo el motociclismo responsable y a la vez, crear experiencias de aventura y conocimiento, en pareja.

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