La mayoría de motociclistas conocen las marcas de sus motocicletas, pero no saben el origen y su historia.
Existen innumerables marcas de motocicletas; las de línea económica, intermedia y aquellas de alta gama; norteamericanas, japonesas, europeas y asiáticas; pero debemos reconocer, que poco nos documentamos sobre el origen y la evolución de ellas.
Bajo la premisa de “Motos usamos y marcas no sabemos”, iniciemos este espacio para revisar, de manera breve, los orígenes y la evolución de las marcas de motocicletas que se distribuyen a lo largo y ancho del mundo; o al menos, en el territorio mexicano, pues en autopistas, carreteras y modestos caminos, así como en las ciudades importante, día a día, transitan miles de motocicletas con la diversidad y respaldo tecnológico, que en su mayoría, sus usuarios desconocen.
Esta ocasión nos enfocaremos en una marca japonesa, que desde hace más de siete décadas refiere presencia reconocida y respaldada, por la preferencia de un amplio sector de motociclistas, que gustan de su estilo, seguridad, potencia y confort de manejo; nos referimos a la marca japonesa Honda.
Los orígenes de estas máquinas inician el 24 de septiembre de 1948, con la mano de obra de 34 empleados, dirigidos por el ingeniero Soichiro Honda, quienes formaban parte de la fuerza de trabajo de Honda Motor Company y que a partir de ese momento hacían historia de la movilidad sobre dos ruedas, en Japón y el mundo.
Previo a este acontecimiento tenemos que revisar la historia que envuelve este acontecimiento, pues su creador Soichiro Honda, nacido en 1906, en Tenryū, un pueblo japonés en las faldas del Monte Fuji, comenzó a echar mano en el taller de reparación de bicicletas familiar.
A los 15 años Soichiro, se trasladó a la ciudad capital de Tokio, para trabajar como aprendiz en Art Shokai, un taller mecánico que era propiedad de los hermanos Sakakibara, donde dedicaban las noches a desarrollar su auténtica pasión, que era, el diseño de automóviles de carreras.
A los 18 años, Soichiro se convirtió en pieza clave de la empresa, pues se desenvolvió como piloto, mecánico, así como ayudante vital para diseñar y construir los autos de carreras más innovadores, que les permitió obtener triunfos y reconocimientos en el Campeonato de Japón, en 1924.
Luego de seis años de trabajo, como mecánico en la capital japonesa, Soichiro Honda regresó a su provincia natal, donde fue elegido para abrir el taller de Hamamatsu, la ciudad más cercana a su pueblo; donde se dio el tiempo para estudiar, ya que durante la adolescencia menospreció la educación convencional.
Tras un largo caminar en el estudio y la adquisición de experiencia, sumados a los fatales hechos bélicos que trastocaron el territorio japonés durante la Segunda Guerra Mundial, Soichiro sobrevivió y pudo abrir la fábrica Honda Technical Research Institute, para producir motores específicos para motocicletas.
Comienza la era de las motocicletas japonesas
Justo fue ese momento cuando ideó el invento que lo proyectó al éxito, pues tras largas jornadas y noches de desvelo logró instalar un motor de combustión, que se comportaba como generador de una estación radial militar portátil, sobre una bicicleta, cuyo invento se hizo popular con el nombre de «chu-chu», por el sonido de escape que emitía, y el éxito fue tan alto que logró vender mil 500 unidades.
Para 1947, «chu-chu» se rediseñó y fue el preámbulo para la llegada de la muy bien recibida A-Type, el primer diseño con nomenclatura Honda en salir al mercado. Consolidando el éxito de la Honda A-Type, en 1948; así, Soichiro Honda convierte el Institute en la más conocida Honda Motor Company, Ltd; por lo que desde ese momento histórico, hasta nuestros días, se han generado 68 acontecimientos itrascendentes a lo largo de 76 años de historia emprendedora, con innovaciones y superaciones tecnológicas, que han impactado en el uso de motocicletas convencionales y de competencia, donde la marca Honda goza de un prestigio mundial.
Meses más tarde, tras presentar la Dream D-Type, la primera motocicleta fabricada por la compañía, tuvo lugar el encuentro entre Soichiro Honda y Takeo Fujisawa, su socio perfecto y quien se convirtió en Director Ejecutivo, por lo que pocos meses después la compañía hizo su primera ampliación de capital a pesar de la difícil situación económica en el Japón tras la posguerra.
Una cuarta parte de la nueva inversión corrió a cargo del propio Fujisawa, quién a partir de ese momento fue considerado co-fundador de Honda. La alianza fue sellada con un sueño compartido: ¨Convertir Honda en el mayor fabricante de motocicletas del mundo”.
Una década después, el éxito llegó con el lanzamiento de la Super Cub C100, en agosto de 1958; elaborada sin descanso, por lo que desde entonces, la Super Cub C100 es el vehículo, a motor, con más unidades producidas de la historia; por ello, se ha convertido en un icónico que la gente conduce; lo mismo amas de casa, padres e hijos, jóvenes parejas; así, Honda logra conseguir que la motocicleta se viera como un medio de transporte cotidiano, práctico, limpio, cómodo y socialmente respetado. Desde aquel momento, Honda, la industria y la movilidad urbana habían cambiado para siempre.
Honda y su futuro emprendedor
Actualmente, Honda trabaja en retos a corto, medio y largo plazo; por lo que para 2025 ha estimado lanzar diez o más modelos de motocicletas eléctricas a nivel mundial, pues su objetivo es incrementar las ventas anuales de modelos eléctricos a 3.5 millones de unidades, el equivalente a aproximado del 15% de las ventas totales, para 2030.
Finalmente, es importante señalara que Honda, acompañados de Yamaha, Suzuki y Kawasaki, han constituido la Hydrogen Small Mobility & Engine Technology (HySE) para encontrar, conjuntamente, soluciones basadas en hidrógeno para vehículos ligeros, como: motocicletas, cuadriciclos, pequeñas embarcaciones, maquinaria de construcción y drones.
Por todo ello, no nos queda la menor duda, que esta marca japonesa, a lo largo de su historia emprendedora e innovadora, es quizá la mejor en el mundo de las motocicletas de mayor reconocimiento global; lo que hace que un usuario de Honda, se sienta seguro; perciba el confort, la economía y aporte sustentable al medio ambiente.