Quienes se mueven y conviven en el mundo del motociclismo, en México y sus alrededores, siempre giran en torno a un referente grupal, que todos mencionan, que todos conocen y saben, este es, Comité Motor CDMX; quiénes lo mantienen vigente y quiénes han trabajado para alcanzar logros y beneficios que hoy disfrutan millones de motociclistas, de la CDMX y los 32 estados que conforman la República Mexicana, pues durante el tiempo que se convive en Motoclubes y motociclistas independientes, todos hablan, comentan y reconocen el trabajo de los fundadores y miembros activos del Comité Motor, ya que cada motociclista tiene muy presente los nombres de Sergio Soto, mejor conocido como “Mexicano”, Fernando Amezcua (Piolín), Juan Cid, Ada Silva, Zenzel Lira y Raúl García, que incansablemente y de manera incondicional acuden a reuniones, mesas de trabajo, manifestaciones, exposiciones, foros y un sinfín de eventos; abanderando y haciéndose presentes para que el motociclismo de México sea escuchado y atendido por las autoridades corrrespondientes y así, disfrutar las conquistas y beneficios, que hasta hoy se han obtenido.
Cuáles son sus órígenes, cómo se generó este Comité y cómo ha evolucionado; no es un misterio, pero muy pocos y quizá los más veteranos del motociclismo lo sepan; por lo que Motorizándonos, se dará la tarea, en una plática de amigos, conversar con estos pilares del Comité y de viva voz, narrarnos el origen y desarrollo de este singular grupo de motociclistas luchadores y entusiastas; por lo que esta ocasión, destacaremos lo poco que se sabe y que está en boca de algunos, que conocen la trayectoria del Comité.
Por los alcances obtenidos, la permanencia y logros en el gremio motociclista del país, es del dominio público que Comité Motor México ha sido ese luchador incansable y quizá en algunos momentos necio y aferrado, ante las autoridades, hasta alcanzar sus propósitos, como el descuento del 50 por ciento, en el pago, al cruzar las casetas de cobro, en carreteras y autopistas del país; la integración de las palabras “Motociclista” y “Motociclismo”, en el Reglamento de Tránsito; la “No Verificación” a motocicletas y quizá el más reciente, el “Cajón de avanzada”, ese espacio que se ha marcado en cruceros de avenidas y calles, entre las líneas para peatones y la línea destinada a los autos y camiones, identificado con las siluetas de una motocicleta y bicicleta, indicando que es exclusivo, para esos vehículos, en tanto esperan la luz verde; pero que desafortunadamente, hasta hoy, muy pocos respetan, evidenciando que hay mucho por hacer, pues falta impulsar más la educación y conscientización vial.
Sea esta breve reseña, el primer eslabón de una larga cadena, donde se cuenten las historias y el crecimiento de muchas organizaciones de motociclistas, que de manera fraterna conviven y sin dudarlo, tendrán miles de vivencias y anécdotas que contarnos.
Ada Silva MR